La sombra de la Luna en los eclipses solares
Los eclipses de Sol se definen como fenómenos espectaculares que ocurren cuando la Luna, en su fase nueva, se pone entre la Tierra y el Sol cubriendo la luz de nuestra estrella.
Los eclipses solares se pueden dividir en tres tipologías distintas, o sea:
- Los eclipses totales: cuando la Luna cubre totalmente al Sol
- Los eclipses anulares: que ocurren cuando la Luna está más lejos de la Tierra, así que cuando nuestro satélite se encuentra en la misma trayectoria del Sol, no puede ocultarlo completamente y deja ver una raja del disco solar.
- Los eclipses parciales: cuando la Luna no cubre completamente al Sol ya que la trayectoria de ambos no es perfectamente igual.
Magnitud, oscurecimiento y los eclipes en la antigüedad
En los eclipses solares se hace distinción incluso entre magnitud y oscurecimiento. Cuando hablamos de magnitud nos referimos a la parte del diámetro solar encubierto por la Luna; mientras que el oscurecimiento hace referencia al fragmento de la superficie solar tapada. Aunque parezcan dos entidades similares son cosas completamente distintas.
A una misma magnitud no le puede corresponder siempre un igual oscurecimiento, ya que la distancia entre la Tierra y la Luna no siempre es la misma porque varía el diámetro angular de nuestro satélite y su órbita no resulta perfectamente circular.
En la antigüedad, estos fenómenos preocupaban mucho a las poblaciones, ya que se creía que cuando los eclipses tenían lugar era por alguna desgracia inminente o por malos presagios. La gente que no conocía la causa de estos fenómenos naturales, al ver desaparecer completamente la luz del Sol durante el día, se asustaba y buscaba amparo en su casa.
Efectos visuales y algunas precauciones
No deja de ser curioso el hecho de que cuando asistimos a los eclipses, desde la superficie terrestre, los dos cuerpos celestes parecen tener el mismo tamaño, aunque sabemos que no es así. Basta con decir que el Sol es 400 veces más grande que la Luna, pero ésta se encuentra mucho más cerca a la Tierra que el Sol.
Además, según las leyes de Kepler, sabemos que la órbita de los planetas y de los satélites no es perfectamente circular, sino elíptica. Por esta razón la distancia entre la Tierra y la Luna oscila entre 356.000 y 407.000 kilómetros. Esto nos ayuda a explicar por que no siempre la Luna es capaz de cubrir completamente al disco solar.
El último eclipse total de Sol ocurrió el 11 de julio de 2010 y se pudo observar desde el sur del Océano Pacífico hasta el sur de América, pasano por la Isla de Pascua. Sin embargo, hay que decir también que la sombra que la Luna proyecta sobre la Tierra es «sólo» de 250 kilómetros de ancho pero sobre la Tierra cubre más de 10.000 kilómetros.
Hay que tener presente que, todos los que tengan la suerte de asistir a estos fenómenos espectaculares, tomen algunas precauciones. De hecho la observación de una eclipse solar necesita de unas gafas de eclipses para proteger la vista. Ya que la luz del Sol puede dañar los ojos, es preciso utilizar filtros adecuados tanto si observamos con el ojo desnudo como si observamos con telescopios o prismáticos. Sólo cuando el Sol está completamente encubierto, es posible mirar al fenómeno sin alguna protección.