Hay agua en la Luna?
Probablemente es una de las cuestiones más durables y fascinante de la astronomía y de todos los apasionados de satèlites y planetas, pero nada nuevo para los estudiosos que creen en la presencia de agua, (quizá helada), en porciones de la superficie lunar.
Hasta el trabajo de una cápsula india, años atrás, señaló la presencia de partículas de agua en algunos minerales encontrados en nuestro satélite. Es probable, según la opinión de algunos geólogos que se trate de una tipología de agua de forma magmática, concentrada en el interior de la Luna si bien no se conozca precisamente el punto de su ubicación.
La misión Apolo y los primeros hallazgos de minerales hidratados
Ya durante las misiones de la nave espacial Apolo, los astronautas recogieron algunos pedazos de roca lunar que estaban formados por minerales hidratados, lo que hizo probable, en algún tiempo, la presencia de cantidades de magma. Por lo tanto, es de suponer que estas rocas más compactas se encuentren bajo la superficie de nuestro satélite. De hecho el trabajo de la cápsula india se fijó precisamente en la zona del cráter Bullialdus, donde se opinaba que la presencia de agua magmática pudiera ser mayor, debido al hecho de que el asteroide que formó el cráter, produjo un hueco bastante profundo descortezando la superficie lunar.
Las primeras rocas recogidas por el Apolo eran hechas de basalto, pero también se tomaron fragmentos muy pequeños de rocas de las tierras altas, es decir, de las zonas que presentan mayor cantidad de cráteres. Éstas, están compuestas principalmente por el mineral plagioclasa, lo que deja pensar que nuestro satélite, en alguna época, estuvo cubierto por un océano de magma. Si esta hipótesis resultaría verdadera, el plagioclasa se habría acumulado, flotando, en la parte superior del océano.
Durante la misma misión se analizó incluso el cráter de Cabeus, situado en el Polo Sur de la Luna, donde fueron descubiertas otras moléculas de agua y de hielo, prueba ulterior de la presencia de agua en el interior de nuestro satèlite. Si se consideran todos los cráteres de la Luna, causados por impactos de meteoritos sobre su superficie, es fácil imaginar la cantidad enorme de agua en todo el satélite.
La explotación económica del combustible y las rocas lunares
Muchas compañias, como en el caso de la Shackleton Energy Company y Moon Express, han pensado en disfrutar de esta situación y riqueza hídrica con el propósito de sacar este hielo lunar y convertirlo en motor de cohetes, incrementando la difusión de combustible «deslocalizando» su produción lejos de la Tierra.
Las rocas encontradas en la zona del cráter Bullialdus se llaman noritas, pertenecientes a la familia del gabro, son rocas ígnea plutónicas hechas de níquel, plagioclasa y ortopiroxeno. El material del que están formadas se utiliza en nuestro planeta para construir encimeras de cocinas o de baños. Está caracterizado por tener lunares o manchas de distintos colores, sobre todo en la escala de gris y negro.
Las rocas plutónicas de la Tierra, son las que constituyen el manto de nuestro planeta. Su formación es debida al enfriamiento del magma que no logra salir hacia la superficie.
De todas formas, la mayoría de estas rocas lunares se guardan en el Laboratorio de Recepción Lunar en el Centro espacial Lyndon B. Johnson (Houston). Otro porcentaje de muestras lunares se encuentra en la Base de la Fuerza Aérea Brooks, en Texas.