Nuestro sistema solar y sus planetas: Plutón

26 Feb 2016 - Etiquetas:

foto plutone

Plutón es considerando el planeta enano de nuestro sistema solar y debe su nombre a uno de los dioses de los romanos que los griegos conocían como Hades. Este enano presenta una órbita excéntrica y bastante inclinada y cuando se encuentra en su perihelio se acerca mucho en la órbita de Neptuno.

A este propósito, en 2006 se reunió en Praga la Unión Astronómica Internacional que definió otra categoria de planetas, llamandolos plutoides. Estos, son todos los planetas enanos localizados más allá de la órbita de Neptuno. Además, Plutón posee cinco satélites en su alrededor, se trata de Caronte, Hidra, Nix, Cerbero y Estigia

Plutón no es un objeto celeste demasiado brillante, debido a su distancia del Sol y a su pequeño tamaño. Para observarlo se utilizan telescopios con una abertura mínima de 200 mm y en los momentos mejores de su observación, desde la Tierra, aparece como un cuerpo estelar de color amarillento.

Fue el astrónomo estadounidense Clyde William Tombaugh en los años treinta quien descubrió a este planeta, desde un observatorio situado en el estado de Arizona. Para la Unión Astronómica Internacional es considerado el noveno planeta de nuestra galaxia y el más pequeño del sistema solar. Algunos estudiosos durante muchos años sostuvieron la idea de que Plutón, en realidad, fuera un simple satèlite de Neptuno, pero esta opinión fue abandonada durante la década de los setenta.

Después de muchas discusiones animadas entre astrónomos y estudiosos, se decidió clasificar al planeta como perteneciente a la categoría de los cuerpos enanos. Desde septiembre de 2006 le dieron el número de clasificación 134340, que le fue concedido por el Minor Planet Center.

Historia del descubrimiento

La historia del descubrimiento del planeta empieza en la década de los cuarenta, cuando Urbain Le Verrier, un matemático francés, utilizó sus teorías para localizar la posición de Neptuno teniendo en cuenta las perturbaciones en la órbita de Urano. Pero, sucesivas observaciones probaron que había otro cuerpo celeste que influenzaba, de alguna manera, la órbita de Urano.

A primeros del siglo XX, y precisamente en 1906, un estudioso estadounidense, Percivall Lowell, que podía contar con un importante observatorio suyo fundado en Arizona, empezó su «caza» personal al noveno planeta del sistema solar que definió al principio como Planeta X.

Lowell y los miembros de su equipo de estudio, a lo largo de los años, ofrecieron nuevas coordenadas para donde se podía localizar el nuevo planeta, pero sin resultados significativos hasta la muerte del mismo Lowell en 1916. Sin embargo y sin saberlo, Lowell había capturado la imagen del nuevo planeta en algunas placas viejas suyas, donde el cuerpo celeste aparecía muy débil.

Luego ocurrió que la búsqueda del nuevo planeta experimentó una fase de inactividad, cuando la viuda del difunto Lowell, quiso acudir las vías legales para obtener una buena parte de la herencia de su marido en las actividades del laboratorio. En 1929, Melvin Slipher, el nuevo director del laboratorio de Arizona, decidió que un joven estudioso del Kansas, llamado Clyde William Tombaugh, continuara el trabajo empezado por Lowell, después de quedar impresionado por algunos dibujos astronómico de éste.

El trabajo de Tombaugh fue el de tomar muchas fotos del cielo nocturno y entender si algún objeto celeste había cambiado de posición. Para esta tarea contó con un microscopio de parpadeo que sobreponía dos fotografias creando una especie de ilusión de movimiento. El 18 de febrero de 1930, después de casi un año de observaciones costantes, mirando algunas placas, se dio cuenta que un objeto en el cielo se había desplazado.

El laboratorio recibió, tiempo después, otras fotografias más detalladas que confirmaron la presencia en el cielo de un nuevo cuerpo celeste. La noticia oficial de la novedad planetaria se comunicó al observatorio de Harvard College el 13 de marzo de 1930.

El descubrimiento de Plutón se publicó oficialmente y, en poco tiempo, el observatorio Lowell recibió algunos consejos sobre cómo nombrar al planeta. Entre las propuestas más disparatadas destacaron nombres como Atlas, Zymal, Percival y Constance. El nombre Plutón fue propuesto por una estudiante de Oxford apasionada de la mitología clásica.

El nombre de Plutón, entre otros nombres probables, fue anunciado el primero de mayo de 1930. Uno de los motivos más curiosos en la elección del nombre fue que las primeras dos letras del planeta representaba las iniciales de Percival Lowell. La fama de Plutón cundió incluso en la cultura popolar, cuando, según muchos, Walt Disney se inspiró al planeta para nombrar el perro de Mickey Mouse que, Pluto por supuesto.

La cultura afectada no fue sólo la popular, sino también la científica, puesto que algunos estudiosos clasificaron al plutonio como un elemento químico nuevo. A este propósito se decidió nombrar todos los elementos químicos novedosos con los nombres de los planetas recién descubiertos, pronto fue el caso del uranio de Urano y el neptunio de Neptuno.

Caractéristicas morfológicas

Los detalles iniciales del planeta, fueron pronto enmendados puesto que su masa resultó ser menor de la medida al principio, porque las primeras indicaciones acerca del volumen de Plutòn incluían las perturbaciones de Urano y Neptuno. Después de confirmar su brillo reducido pero bastante suficiente con respecto a su tamaño, en 1978 los astronomos descubrieron la presencia de Caronte, uno de los satélites de Plutón. Pero, fue sobre todo a partir de 1992 que la región del planeta se enriqueció con nuevos descubrimientos.

Plutón representa sólo una mínima parte de lo que es en su conjunto el cinturón de Kuiper (leer más). Tiene una órbita bastante excéntrica recorrida en 248 años terrestres y que se presenta como lo suficiente inclinada para evitar desastrosas colisiones con el vecino Neptuno.

Hasta 1978, año del descubrimiento de Caronte, no se sabía si Plutón podía tener o no satélites. La realidad es que existen cinco de ellos y que el más extendido de todos es Caronte. Lo que ocurre es que los dos tienen una masa muy parecida y esto hace que Plutón aparezca en el cielo como un planeta doble. Caronte presenta un diámetro de 1208 kilómetros y está distante 19.640 km de su planeta.

Su clasificación es aún insegura, puesto que no se sabe si categorizarlo como satélite o como planeta enano a pesar de tener una masa siete veces menor la de Plutón. Otros dos satélites del planeta son Nix e Hidra descubiertos en 2005 por el Telescopio Hubble. Nix es largo 42 km y tiene 36 de ancho, mientras que Hidra tiene 55 km de largo.

En 2011 se observaron y comunicaron los nombres de los últimos satélites de Plutón, es decir, Cerbero y Estigia nombres con clara referencia mitológica. Los astronomos se declararon asombrados por el hecho de que un planeta declarado enano, consiga tener hasta cinco satélites en su alrededor. Una teoría difundida explica que esta presencia numerosa de cuerpos celestes se debe a un choque antiguo entre Plutón y un objeto del cinturón de Kuiper.

La atmósfera del planeta está formada por elementos cuales el metano, el nitrógeno, y el monóxido de carbono. Estos elementos van a formar una especie de capa exterior que sirve esencialmente para proteger la superficie del planeta de posibles impactos con meteoros.

La sonda espacial que más se ha aproximado a la superficie del planeta es New Horizons, que el 13 de julio 2015 se encontraba respectivamente a 768.000 km de distancia, permitiendo todo esto de hacer fotos detalladas del planeta. El trabajo, desde luego, no ha terminado ya que otras misiones se prefijan como objetivo estudiar y profundizar la morfología y composición de sus satélites además de conocer mejor la composición de su atmósfera.