El futuro reside en los exoplanetas?
La sonda Kepler lleva más de seis años en el espacio, con la misión de buscar a otros planetas donde sea posible la vida. Probablemente recorrerá centeras de millares de estrellas alrederor de las cuales rueden otros mundos localizados fuera de nuestro Sistema Solar. Estos planetas tan lejanos del nuestro se denominan exoplanetas.
Los planetas que hasta ahora ha descubierto la sonda Kepler, lanzada por voluntad de la NASA, son muchisimos y ya sabemos que éstos nacen del polvo creado por las estrellas en su fase de formación. La búsqueda se centra en encontrar otros mundos donde se puedan realizar las condiciones de la vida, con el pronóstico de abandonar nuestra Tierra en el futuro.
Los requisitos para la vida
Para que haya vida, es importante considerar la distancia entre los planetas y su respectiva estrella. Las condiciones ideales implicarían la presencia de una estrella no tan masiva, pero al mismo tiempo no demasiado pequeña. De hecho si una estrella presenta una masa enorme irá a terminar su energía y combustible en poco tiempo y por esta razón no dará lugar a ninguna forma de vida durable. Por el contrario, si la estrella tiene una masa reducida, ésta no tendrá suficiente energía para crear vida.
Por este motivo, se toman como ejemplo estrellas que presentes características como nuestro Sol, lo suficiente grandes como para generar vida. Los planetas «candidatos» son los que tengan fundamentalmente presencia de agua, posiblemente de forma líquida, con una superficie rocosa y una atmósfera capaz de regenerarse y con unas propriedades químicas parecidas a la nuestra. Sin embargo, de momento no ha habido novedades significativas en esta búsqueda y quedamos en espera del nuevo planeta ideal.
El trabajo de la sonda Kepler y el descubrimiento de Gliese 581d
Lo que hace la sonda Kepler es diferente del trabajo de otros telescopios, como Hubble. Kepler no hace fotos ni toma imágenes de estrellas o planetas, sino lo que hace es percibir la cantidad de luz emitida por las estrellas y analizar su espectrograma Doppler. Las estrellas emiten como ondas de luz que son registradas por la sonda espacial, si ésta registra variaciones en su flujo de energía, estas pueden ser la prueba de la existencia de un nuevo planeta.
Lo que ocurre es que cuando cada planeta pasa por delante de su estrella, realiza una pequeña variación de su luminosidad, lo que se registra en el espectrograma Doppler. Otra cuestión es la gravedad, ya que estrella y planeta, como cada cuerpo masivo la producen. La gravedad de la estrella sobre su planeta, permite que éste quede en su órbita y además es mucho mayor de la que produce el planeta hacia su estrella, causando en este caso una minúscula variación de su masa.
De todas formas, Kepler sigue su trabajo localizado entre las constelaciones de la Lira y del Cisne. Los planetas descubiertos hasta ahora presentan una masa notable, como en el caso de Júpiter, y aún más grande. El único capaz de tener condiciones muy parecidas a las de la Tierra es Gliese 581d, mucho más grande que nuestro planeta pero con una estrella de masa inferior al Sol. La NASA sigue creyendo firmemente en su proyecto que espera concretizar en el próximo futuro.