Todo sobre el horóscopo
La astrología define el horóscopo como un método de conocimiento del futuro próximo basado en la posición de los astros a la hora del nacimiento. El origen de la palabra es griego, formada por "hora" y el verbo "skopeo" que significa examinar.
El horóscopo no es una ciencia cierta y no se basa en un estudio científico, sin embargo a pesar de eso algunas personas creen en sus predicciones porque gracias a un fenómeno psicológico normal, la gente se recuerda de las coincidencias que se realizan y se olvida de las que no tienen lugar. Las predicciones verdaderas que chocan con la probalidad de los acontecimientos son bajas pero suficientes para que las personas sigan informandóse sobre sus signos con mucha curiosidad.
Sabemos que también las culturas precolombinas, como los mayas, utilizaban prever el futuro basándose en la posición de los astros además de sus calendarios. Pero antes de tener su caracterización grecolatina, se ha descubierto que fueron los persas de Babilonia a desarrollar la astronomía horoscópica.
El horóscopo es una representación de los planetas en un momento determinado que suele ser el nacimiento de una persona o el comienzo de un viaje o la fecha de una boda, ecc.. La representación del horóscopo utiliza algunos cálculos matemáticos y astronómicos que son siempre los mismos a pesar de quien los utilice. Mientras que la interpretación que se hace en el campo de la astrología es algo mucho más subjetivo y personal dependiendo de la experiencia y formación del astrólogo.
¿Cómo obtener un buen horóscopo?
Para intentar hacer un buen horóscopo es necesario saber el lugar de nacimiento, la fecha y la hora de la persona. La ubicación de los astros y de los planetas se considera según la perspectiva de la teoría geocéntrica. Además de la posición de los planetas se divide el conjunto zodiacal en doce partes que toman el nombre de casas astrológicas. La primera de estas casas se llama «Ascendente».
Los planetas astrológicos abarcan la Luna, el Sol y todos los astros de nuestro Sistema Solar. Los cuerpos celestes que la Astronomía no considera como planetas son llamados astros pero el Sol y la Luna son conocidos como luminarias. La representación del horóscopo es un círculo dividido en doce partes.
Otra división es la de las casas astrológicas relacionadas con la geografía y el territorio de donde se quiere conocer el horóscopo. Por ejemplo, si dos personas nacen en el mismo momento pero en zonas del planeta Tierra completamente opuestas, la posición de los planetas será la misma, pero la interpretación astrológica será distinta así como su casa astrológica.
Las casas son las doce partes en las que se divide el Zodíaco, cada casa se refiere a ciertos aspectos de la vida de la persona. A este propósito es importante la Carta Natal que representa la posición de los planetas en el momento en el que una persona nace, analizando los astros que se encuentran dentro de la Rueda, así como la relación que los planetas mantienen entre sí. Sin la Carta Astral no es posible saber la probable influencia que tienen los astros en nuestra vida.
Las casas astrológicas y los signos zodiacales dentro del círculo son dos cosas distintas, la primera casa puede combinarse con cualquier de los signos zodiacales. Tienen también cierta importancia los aspectos del horóscopo que constituyen la medida de las distancias entre los planetas y el ascendente, es decir, si la distancia entre el Sol y un planeta fuera de 180 grados, se hablaría de un aspecto de oposición.
Considerando la posición de los planetas, los signos y los aspectos, resultarían muchisimas combinaciones que van a describir y determinar la interpretación del horóscopo. La importancia del horóscopo como pseudociencia se debe a las poblaciones antiguas que creían que la posición de los planetas y el estudio de los cuerpos celestes permitía prever los acontecimientos futuros.
Pero muchas ciencias no han aceptado las teorías fundamentales del horóscopo como verdaderas y eso como acaece por la astrología que pertenece junto al horóscopo a las asignaturas esotéricas.
Por esta razón la astrología se considera como una pseudociencia que se basa sobre el principio de una existencia entre los fenómenos astronómicos y la realidad. Algunos pueblos antiguos como los maya, los chinos y los indios han creado sistemas de previsión de los acontecimientos observando el cielo. Mientras que en el contexto occidental ha tenido éxito el horóscopo capaz de prever el futuro según la posición de los astros, del Sol y de la Luna a la hora del nacimiento.
Sin embargo, los estudiosos siguen considerando el horóscopo una pseudociencia ya que las predicciones astrológicas con cierta relevancia estadística son reducidas. Los principios de la astrología comenzaron a discutirse a finales del siglo XVII y sus teorías académicas han perdido de importancia, ya que no existe un proceso por el cual el movimiento de las estrellas y la posición de los planetas puedan afectar de cualquier manera el futuro de la gente y la realidad terrenal que responde más a las leyes biológicas y físicas.
El marco histórico del horóscopo
La astrología debe su origen a la formación de calendarios que se utilizaban para los cambios de las estaciones y observar los ciclos celestiales. Una primera fase de la astrología se experimentó en la antigua Mesopotamia y en la dinastía china de Zhou (1046-256 a.C.). Cuando Alejandro Magno conquistó Asia, dejó que la astrología se difundiera en la Antigua Grecia y en Roma.
En el siglo VII la astrología fue asunto de los estudiosos islámicos mientras que los textos griegos se traducían al árabe y al persa. Durante la Edad Media los textos arábicos fueron traducidos al latín y llevados a las cortes europeas más importantes donde Galilei, Kepler y Brahe constituían los primeros astrólogos.
Quien se opuso a la difusión de la astrología fue la iglesia que veía en ella elementos de superstición, de hecho el papa Urbano VIII a través de una bula papal la consideró como herética. Referencias a la astrología existen también en la literatura en poetas como Dante Alighieri, Chaucer y en obras de Marlowe y Shakespeare.
El término de astrología se compone de la palabra griega «astron», es decir, «estrella» y «logos», o sea, «estudio» o «palabra». La historia de las observaciones del cielo ofreció algunas bases de la astronomía y de la astrología actual que se manifestó primero en Mesopotamia y después en Roma y Grecia donde empezó a convertirse en astronomía diferenciándose de las supersticiones astrológicas.
En la Edad Media la astrología encontró la oposición de la Iglesia que comenzó a rechazar sus teorías yendo contra sus seguidores. Incluso San Augustín se opuso a los principios de la astrología puesto que perdonaba a los pecadores y culpabilizaba al Creador del cielo y de las estrellas. Curiosamente, pese a condenar las mujeres como brujas, eran muchos los astrólogos que aconsejaban a los reyes en sus decisiones.
Durante el Renacimiento las teorías copernicanas confirmaron que los planetas se movían alrededor del Sol y no entorno a nuestro planeta como antes se creía. Todas estas afirmaciones se oponían a las normas de las sagradas escrituras y encontraron no pocas dificultades para afirmarse. También Johannes Kepler llegó a decir que no creía en la astrología pero que la utilizaba como medio de arte e instrumento de predicción.
La astrología occidental se basa en el hecho de que el destino del hombre depende del influjo y de la posición de los astros en el momento del nacimiento de la persona. Las formas y los conjuntos de los astros dieron origen a la definición de las constelaciones, y según la Unión Astronómica Internacional se cuentan 88 de ellas.
La posición de los planetas en los signos zodiacales
Las interpretaciones astrológicas dependen del movimiento de los planetas alrededor de la eclíptica, observando la situación desde la Tierra. Muchos de los planetas corresponden a un signo zodiacal, por ejemplo el Sol está relacionado con Leo, la Luna a Cáncer, Marte a Aries, Venus a Tauro, Júpiter a Piscis y Sagitario. Los planetas, en cambio, pueden situarse en domicilio, exilio o caída, por eso cuando un planeta se encuentra en domicilio quiere decir que está en su propio signo natural, como es el caso de Marte en el signo de Aries.
El planeta que se encuentra en domicilio está bien situado y favorece los efectos positivos de la persona exaltando sus características. En cambio, cuando un planeta se encuentra en exilio, es decir, en posición opuesta a la de su signo natural, los efectos tienden a ser débiles y a perder su eficiencia. El planeta que se encuentra en exaltación indica que se relaciona con un signo con el que tiene cierto tipo de afinidad y que los efectos pueden ser potenciados sobre la personalidad del individuo, por ejemplo cuando Marte se sitúa en el signo de Capricornio. En fin, si el planeta está en caída, situación opuesta de la exaltación, quiere decir que la energía se endebolece para el signo, por ejemplo Marte en Cáncer.
La eclíptica, en cambio, contiene el recorrido de la Tierra alrededor del Sol. Los estudiosos la tienen en cuenta a la hora de medir las distancias de los cuerpos celestes, como tipología de coordenadas. Se habla de latitud eclíptica que mide el ángulo del planeta de la órbita terrestre, mientras la longitud eclíptica determina la dirección desde el punto cero en la eclíptica. Los astrólogos de la época dividieron el círculo de la eclíptica en doce partes iguales de 30° donde el punto cero constituía el marco de referencia. A estos segmentos dieron los nombres de las constelaciones de estrellas fijas que se encontraban más o menos en aquellas regiones.
Por esta razón la astrología occidental se basa en la división de la eclíptica en doce segmentos iguales, de treinta grados cada uno, comenzando por el equinoccio vernal y dando los nombres de las antiguas constelaciones zodiacales, comenzando por Aries. Si hablamos de la astrología horoscópica sabemos que se desarrolló en el antiguo Egipto entre los siglos I y II a.C. aunque ha sido practicada en la India desde tiempos remotos que es la forma más antigua en el mundo.
Generalmente el horóscopo se calculaba normalmente por el nacimiento de una persona o al principio de un evento, cuando la posición de los astros determina el perfil de la persona en cuestión. Este tipo de astrología es el más difundido en nuesto continente, en el Medio Oriente, en Asia y África.
Tipos de astrología
La astrología se ha desarrollado en varias ramas, como por ejemplo la astrología natal que se refiere a la situación de los planetas en el momento del nacimiento del individuo, la astrología horaria que se utiliza para contestar una situación de la persona en un momento específico y la astrología mundana que hace referencia a los eventos del mundo como los terremotos, el clima, las religiones, ecc..
Pero no sólo existe la astrología occidental, sino otros tipos de astrología que utilizan técnicas alternativas al sistema eclíptico occidental. Por ejemplo, la astrología hinduista utiliza como referencia los astros fijos, aunque en su interior existen diferentes escuelas que utilizan puntos ceros propios. Según los hindúes su astrología queda la más antigua del mundo.
De todas formas la astrología no es una asignatura científica aunque los seguidores de los asuntos astrológicos son muchos, sobre todo después de la crisis religiosa de los siglos XIX y XX. La religión católica es muy crítica contra la astrología e intenta imponerse contra su práctica y creencia.
Muchas personas en el mundo todos los días toman decisiones importantes considerando su horóscopo y consejos de los astrólogos, aunque no se ha probado que los astros tienen influencia en la vida de las personas. Los signos del zodíaco que todos conocen son imágenes que cambian según las culturas y que fueron inspirados mirando al cielo y a la forma de las constelaciones.
Los signos del zodíaco pueden tener un significado propio según las culturas, por ejemplo Venus representa tradicionalmente el planeta del amor para los occidentales, mientras la cultura Maya atribuía al planeta aspectos negativos.
Críticas sobre la astrología
La crítica se opone también a las predicciones que los astrólogos hacen y que se pueden de alguna manera arreglar en casi todas las situaciones, y por el otro lado se equivoca clasificando a las personas en doce signos, atribuyéndole a los recién nacidos características peculiares de los animales zodiacales. Por ejemplo, una persona nacida bajo el signo de Leo será valiente, agresiva y poderosas, por el contrario un Acuario puede ser un marinero o un pescador.
A este propósito el psicólogo francés Michel Gauquelin condujo un estudio estadístico buscando una correlación verdadera entre la fecha de nacimiento de una persona y su profesión. El estudio demostró una correlación importante entre la posición de Marte en el momento del nacimiento y la calidad de los deportistas.
A pesar de todo se descubrieron algunas faltas en el estudio que terminaron por confutarlo: de hecho, no todos los deportes estaban incluídos, los deportistas tenían que ser franceses, belgas u holandeses, algunos gemelos de los deportistas hacían un trabajo totalmente diferente de sus hermanos.
Otro estudio de la Universidad de Manchester afirma que no hay influencia entre el signo zodiacal de una persona y su matrimonio. Es decir, no existen relaciones más favorables que otras entre dos signos zodiacales determinados. Este fue el resultado de un estudio estadístico que tomó en cuenta casi diez millones de matrimonios.
Un experimento británico ha analizado dos mil bebés nacidos a principios de marzo de 1958 en Londres que fueron seguidos por médicos durante años. El estudio quería demonstrar la posible existencia de rasgos comunes entre los niños analizados para comprobar la funcionalidad de la astrología. Puesto que los bebés habían nacido casi en el mismo momento y en el mismo lugar, la astrología quería ver características comunes a todos los analizados. Pero todos los datos recogidos no han mostrado semejanzas significativas entre los sujetos del estudio.
Por eso y otros motivos la astrología no es considerada una ciencia al no poseer una capacidad predictiva. Ningún proceso establece que la posición de los planetas y de los astros pueda de alguna manera influir sobre la vida de las personas contradiciendo los aspectos físicos y biológicos. Aunque las personas que creen en este tipo de pseudociencia tienden a recordar los hechos que se han realizado y a olvidar los que no fueron realidad.
Algunas de las criticas que se mueven contra el horóscopo tiene que ver con la crítica de los gemelos, es decir cuando la astrología quiere prever las características de ellos basándose en la hora de su nacimiento. En realidad, ocurre muchas veces que los recién nacidos, aunque sea a distancia de unos pocos minutos entre sí, poseen rasgos totalmente distintos.
Otra crítica hace referencia a la eclíptica que atraviesa más que las doce constelaciones del zodíaco, o sea, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Los signos del zodíaco remontan a la época babilónica y toman el nombre de las constelaciones del pasado, además de utilizar el punto de vista geocéntrico, cuando hace muchos siglos que este principio se ha abandonado.
Las predicciones de los astrólogos se basan sobre poderes inconcretos y los carácteres de las personas a las que se le hace una carta natal son muy genéricas, ya que presentan características que podría tener cada individuo.