Contra las barreras humanas: tocar la Luna

26 Ene 2016

OSR blog post

La Luna influyó desde siempre en la cultura humana entera. A partir de su utilizo para la fundación de calendarios, a fuente de inspiración común para la realización de poemas, canciones y obras teatrales. Sin olvidar que nuestro único satélite tiene cierta influencia incluso en la naturaleza, como por ejemplo en la formación de las mareas oceánicas.

Desde luego, estamos acostumbrados a ver la Luna y tener con ella una simple experiencia visual. Pero no todos somos iguales y por eso, ¿ cómo permitir a las personas con dificultades visuales establecer un contacto con ella?

Ya existen libros en relieve que intentan crear y promover la imagen de la Luna también para las personas ciegas; sin embargo lo que todos sabemos es que la Luna presenta una forma esférica y no plana como la ofrecida por los libros.

De esta idea ha nacido el proyecto de construir un modelo de Luna táctil para personas invidentes. El proyecto empezó cuando Rosa Dorán, del Galileo Teachers Training Program, pensó crear una actividad relacionada con la Luna para personas ciegas. Su equipo de estudio desarrolló en breve tiempo un modelo de Luna en tres dimensiones en el ordenador y logró imprimirlo gracias a servicios de imprenta especializados, de manera que incluso los que estuvieran interesados, pudieran de alguna manera utilizarlo para sus fines didácticos y de divulgación científica.

La luna en tres dimensiones: la creación del prototipo

Lo que era importante en la realización de este modelo lunar, fue la creación de una experiencia táctil para las personas ciegas, en lugar de una experiencia generalmente visual. Por eso, el equipo de estudio que realizó el modelo lunar en 3D no puso mucha importancia en el aspecto topográfico de nuestro satélite, a pesar de poner en relieve los cráteres lunares y la rugosidad de su superficie.

En 1994, la NASA junto con la Organización para la Iniciativa de Defensa Estratégica, colaboraron durante una misión en la Luna llamada Clementine. Entre los objetivos de esta misión, el de obtener imágenes detalladas de la formación lunar, de sus minerales además de informaciones sobre su campo gravitatorio.

El modelo lunar en tres dimensiones se basó en las imágenes obtenidas por la misión Clementine, que resulta ser el mapa lunar más detallado nunca obtenido. El mapa, publicado por la Nasa, resulta disponible en el link siguiente: www.nrl.navy.mil/clm.

A través de un programa de elaboración de imágenes llamado GIMP, fue posible imprimir el modelo lunar en tres dimensiones, la superficie lunar fue simplificada y alisada; ya que la presencia de demasiados detalles y agujeros en el objeto confundiría la experiencia táctil de los invidentes, que suelen crear con su tacto una imagen mental del objeto.

Se decidió resaltar algunas partes de nuestro satélite, como los cráteres y algunas zonas con presencia de agua o cadenas montañosas más importantes. En el medio se puso un meridiano para separar las dos caras de la Luna, la visible de la no visible. Sobre el modelo lunar se grabaron en Braille los lugares más conocidos y famosos con un documento adjunto que brevemente los describe. El único obstaculo al proyecto fueron los gastos en tres dimensiones, ya que resultan todavía bastante caros. Por esta razón de un molde de silicona obtenido se realizaron copias en resina.

En la primera fase de este proyecto novedoso, los organizadores distribuyeron, entre los voluntarios que trabajan con personas ciegas, veinte lunas con el fin de recibir opiniones de todo el mundo y mejorar, si fuera necesario, el resultado obtenido hasta aquel momento.

Las lunas en 3D fueron enviadas a distintas partes del mundo, Puerto Rico, Argentina, Brasil, Irlanda, Italia y hasta a la India. Allí las ensayaron distintas personas, no solamente adultos sino niños e incluso estudiantes universitarios. En general, las opiniones y los comentarios fueron positivos y sorprendentes. Por ejemplo, algunos estudiantes de Valencia no sabían que la superficie lunar fuera tan accidentada e irregular y otros jóvenes de Alicante reaccionaron con entusiasmo ante la posibilidad de conocer la Luna con lujo de detalles táctiles.

Algunos consejos incluyeron el hecho de marcar aún más las diferencias entre los cráteres y los mares. Mientras otros más peculiares recomandaron, para las personas con restos de visión, escribir con rotulador y caracteres grandes los nombres de los lugares lunares de forma que, incluso ellos, los puedan leer.

Todos los consejos recibidos y corregidos sirvieron de ayuda para elaborar algún tiempo después un nuevo modelo lunar mejorado, disponible para todos los que deseen empezar actividades innovativas con personas ciegas o con dificultades de visión.