La Nasa mide el peligro de las radiaciones en unidades de riesgo cancer\u00edgeno. Un norteamericano saludable de 40 a\u00f1os, no fumador, tiene una probabilidad (20%) enorme de morir eventualmente a causa del c\u00e1ncer. Eso si permanece en la Tierra, pero si viajase a Marte el riesgo aumentar\u00eda. La pregunta es \u00bfcu\u00e1nto?<\/p>\n
Seg\u00fan un estudio del 2001, sobre gente expesta a grandes dosis de radiaci\u00f3n – por ejemplo los supervivientes de la bomba at\u00f3mica<\/strong> de Hiroshima, e ir\u00f3nicamente, los pacientes de c\u00e1ncer que se han sometido a radioterapia -, el riesgo inherente a una misi\u00f3n tripulada a Marte que durase 1000 d\u00edas, caer\u00eda entre un 1% y 19%. La respuesta m\u00e1s probable es un 3,4% pero el margen de error es muy amplio. Lo curioso es que es a\u00fan peor para las mujeres. Debido a los pechos y ovarios, el riesgo en astronautas femeninas es pr\u00e1cticamente el doble que el de sus compa\u00f1eros varones.<\/p>\n Los investigadores que realizaron el estudio asumieron que la nave a Marte se construir\u00eda principalmente de aluminio,<\/strong> como la c\u00e1psula de Apolo.<\/strong> La \u00abpiel\u00bb de la nave espacial absorber\u00eda casi la mitad de la radiaci\u00f3n que impactase contra ella.<\/p>\n Podr\u00edamos construir una nave espacial usando aluminio y de cabeza a Marte. El aluminio es el material favorito en la construcci\u00f3n de naves, debido a su ligereza y fortaleza y a la larga experiencia que, desde hace d\u00e9cadas, tienen los ingenieros con su manejo en la industria aeroespacial.<\/strong> Pero si fuese del 19% nuestro astronauta de 40 y pico a\u00f1os se enfrentar\u00eda a un riesgo de fallecer por c\u00e1ncer del 20% m\u00e1s el 19%, es decir, el 39% tras su retorno a la Tierra. Eso no es aceptable, el margen de error es amplio por una buena raz\u00f3n. La radiaci\u00f3n del espacio es una mezcla de rayos gamma,<\/strong> protones altamente energ\u00e9ticos y rayos c\u00f3smicos.<\/strong> Las r\u00e1fagas de explosiones at\u00f3micas y los tratamientos contra el c\u00e1ncer, que es en lo que se basan muchos estudios, no son un sustituto fiable para la radiaci\u00f3n real.<\/p>\n La mayor amenaza para los astronautas en ruta a Marte es la de los rayos c\u00f3smicos gal\u00e1cticos. Estos rayos se componen de part\u00edculas aceleradas a casi la velocidad de la luz, provenientes de las explosiones de supernovas<\/strong> lejanas. Los m\u00e1s peligrosos son los n\u00facleos ionizados pesadamente. Una oleada de estos rayos atravesar\u00eda la coraza de la nave y la piel de los humanos como diminutas balas de ca\u00f1on, rompiendo las hebras de las mol\u00e9culas de ADN,<\/strong> da\u00f1ando los genes y matando a las c\u00e9lulas.<\/p>\n Los astronautas se han visto expuestos muy raramente a una dosis completa de estos rayos del espacio profundo. Consideremos la Estaci\u00f3n Espacial Internacional (ISS)<\/strong> que orbita a s\u00f3lo 400 km sobre la superficie de la Tierra. El cuerpo de nuestro planeta solamente intercepta un tercio de los rayos c\u00f3smicos antes de que alcancen a la ISS. Otro tercio es desviado por la magnetosfera terrestre. Los astronautas de la lanzadera espacial se benefician de reducciones similares.<\/p>\n Los astronautas del proyecto Apolo que viajaron a la Luna absorbieron dosis mayores, casi tres veces de la ISS,<\/strong> pero solo durante pocos d\u00edas en la traves\u00eda de la Tierra a la Luna. En su camino a la Luna, los astronautas informaron haber visto destellos de rayos c\u00f3smicos en sus retinas, y ahora, muchos a\u00f1os m\u00e1s tarde, algunos de ellos han desarrollado cataratas. Por otro lado no parecen haber sufrido demasiado, pero los astronautas que viajen a Marte estar\u00edan ah\u00ed fuera durante un a\u00f1o o m\u00e1s. Sin embargo, todav\u00eda no podemos estimar con certidumbre lo que los rayos c\u00f3smicos har\u00e1n cuando nos veamos expuestos a ellos durante tanto tiempo.<\/p>\n Esta duda ser\u00e1 el objetivo de la misi\u00f3n del nuevo laboratorio de Radiaci\u00f3n Espacial<\/strong> de la Nasa, con sede en las instalaciones del Laboratorio Nacional Brookhaven, localizado en Nueva York,<\/strong> dependiente del Departamento de Energ\u00eda de los EE. UU y que fue inaugurado en Octubre del 2003. En el Laboratorio de Radiaci\u00f3n hay aceleradores de part\u00edculas que pueden simular los rayos c\u00f3smicos.<\/p>\n Los investigadores exponen c\u00e9lulas y tejidos de mam\u00edfero\u00a0 haces de part\u00edculas, y luego inspeccionan los da\u00f1os. El objetivo es reducir la incertidumbre en las estimaciones de riesgo a s\u00f3lo un peque\u00f1o porcentaje para el a\u00f1o 2015.<\/p>\n Una vez que conozcamos el riesgo, la Nasa puede decidir que clase de nave espacial ha de construirse. Es posible que los materiales utilizados hasta ahora, como el aluminio, no sean lo bastante buenos. \u00bfPor qu\u00e9 no hacer una nave de pl\u00e1stico?<\/p>\n Los pl\u00e1sticos<\/strong> son ricos de hidr\u00f3geno,<\/strong> un elemento que hace un gran trabajo como absorbente de rayos c\u00f3smicos. El polietileno, por ejemplo, el mismo material con el que se hacen las bolsas de basura, absorbe un 20% m\u00e1s de rayos c\u00f3smicos que el aluminio. Cierta forma de polietileno reforzado, desarrollado por el Centro de Vuelo Espacial Marshall,<\/strong> es diez veces m\u00e1s fuerte que el aluminio adem\u00e1s de ser m\u00e1s ligero. Este podr\u00eda ser el material elegido para la construcci\u00f3n de la nave espacial, si podemos fabricarlo lo suficiente barato.<\/p>\n Si el pl\u00e1stico no fuese lo bastante bueno, entonces podr\u00eda requerirse la presencia de hidr\u00f3geno puro. Este gas bloquea los rayos c\u00f3smicos de dos a cinco veces m\u00e1s que el aluminio. Algunos dise\u00f1os avanzados de nave espacial necesitan grandes tanques de hidr\u00f3geno como combustible, de modo que podr\u00edamos proteger a la tripulaci\u00f3n de la radiaci\u00f3n envolviendo los habit\u00e1culos con los tanques.<\/p>\n \u00bfPodemos ir a Marte? Puede que si, pero antes debemos resolver la cuesti\u00f3n del nivel de radiaci\u00f3n que puede soportar nuestro cuerpo, y qu\u00e9 clase de nave espacial necesitamos construir.<\/p>\n \n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El peligro de las radiaciones: rayos c\u00f3smicos y rayos gamma La Nasa mide el peligro de las radiaciones en unidades de riesgo cancer\u00edgeno. Un norteamericano saludable de 40 a\u00f1os, no fumador, tiene una probabilidad (20%) enorme de morir eventualmente a causa del c\u00e1ncer. 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