{"id":13936,"date":"2016-02-26T11:00:54","date_gmt":"2016-02-26T09:00:54","guid":{"rendered":"https:\/\/osr.org\/es\/?p=13936"},"modified":"2024-08-05T10:53:29","modified_gmt":"2024-08-05T08:53:29","slug":"nuestro-sistema-solar-y-sus-planetas-plut","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/osr.org\/es\/blog\/noticias\/nuestro-sistema-solar-y-sus-planetas-plut\/","title":{"rendered":"Nuestro sistema solar y sus planetas: Plut\u00f3n"},"content":{"rendered":"
Plut\u00f3n<\/strong> no es un objeto celeste demasiado brillante, debido a su distancia del Sol y a su peque\u00f1o tama\u00f1o. Para observarlo se utilizan telescopios con una abertura m\u00ednima de 200 mm y en los momentos mejores de su observaci\u00f3n, desde la Tierra,<\/strong> aparece como un cuerpo estelar de color amarillento.<\/p>\n Fue el astr\u00f3nomo estadounidense Clyde William Tombaugh<\/a><\/strong> en los a\u00f1os treinta quien descubri\u00f3 a este planeta, desde un observatorio situado en el estado de Arizona. Para la Uni\u00f3n Astron\u00f3mica Internacional<\/strong> es considerado el noveno planeta de nuestra galaxia y el m\u00e1s peque\u00f1o del sistema solar. Algunos estudiosos durante muchos a\u00f1os sostuvieron la idea de que Plut\u00f3n, en realidad, fuera un simple sat\u00e8lite de Neptuno, pero esta opini\u00f3n fue abandonada durante la d\u00e9cada de los setenta.<\/p>\n Despu\u00e9s de muchas discusiones animadas entre astr\u00f3nomos y estudiosos, se decidi\u00f3 clasificar al planeta como perteneciente a la categor\u00eda de los cuerpos enanos.<\/strong> Desde septiembre de 2006 le dieron el n\u00famero de clasificaci\u00f3n 134340, que le fue concedido por el Minor Planet Center.<\/p>\n La historia del descubrimiento del planeta empieza en la d\u00e9cada de los cuarenta, cuando Urbain Le Verrier,<\/strong> un matem\u00e1tico franc\u00e9s, utiliz\u00f3 sus teor\u00edas para localizar la posici\u00f3n de Neptuno<\/strong> teniendo en cuenta las perturbaciones en la \u00f3rbita de Urano.<\/strong> Pero, sucesivas observaciones probaron que hab\u00eda otro cuerpo celeste que influenzaba, de alguna manera, la \u00f3rbita de Urano.<\/p>\n A primeros del siglo XX,<\/strong> y precisamente en 1906, un estudioso estadounidense, Percivall Lowell,<\/strong><\/a> que pod\u00eda contar con un importante observatorio suyo fundado en Arizona, empez\u00f3 su \u00abcaza\u00bb personal al noveno planeta del sistema solar que defini\u00f3 al principio como Planeta X.<\/strong><\/p>\n Lowell y los miembros de su equipo de estudio, a lo largo de los a\u00f1os, ofrecieron nuevas coordenadas para donde se pod\u00eda localizar el nuevo planeta, pero sin resultados significativos hasta la muerte del mismo Lowell en 1916. Sin embargo y sin saberlo, Lowell hab\u00eda capturado la imagen del nuevo planeta en algunas placas viejas suyas, donde el cuerpo celeste aparec\u00eda muy d\u00e9bil.<\/p>\n Luego ocurri\u00f3 que la b\u00fasqueda del nuevo planeta experiment\u00f3 una fase de inactividad, cuando la viuda del difunto Lowell, quiso acudir las v\u00edas legales para obtener una buena parte de la herencia de su marido en las actividades del laboratorio. En 1929, Melvin Slipher<\/strong>, el nuevo director del laboratorio de Arizona, decidi\u00f3 que un joven estudioso del Kansas, llamado Clyde William Tombaugh,<\/strong> continuara el trabajo empezado por Lowell, despu\u00e9s de quedar impresionado por algunos dibujos astron\u00f3mico de \u00e9ste.<\/p>\nHistoria del descubrimiento<\/h2>\n